AQUEL LUGAR

   El sabía lo que quería vivir con ella.
   Ella deseaba experimentar, conocer y sobre todo complacerlo.
   No era algo corriente lo que habían planeado pero estaban dispuestos a correr el riesgo.
   Se habían conocido unos meses atras, todo era excitante en esa relación incluso los silencios; sus encuentros estaban cargados de tensión sexual desde el principio como si de un imán se tratase.
   Esa noche ella se esmeró con su vestimenta, su cuerpo perfeto delicadamente perfumado estaba envuelto en medias y ropa íntima de seda, encima un sencillo vestido rematando el atuendo con unos zapatos de tacón de vértigo. Se sonrió mientras se los calzaba..él no soprtaba la diferencia de altura pero...hoy se lo perdonaría...
   El la esperaba en el portal y con su coche recorrieron los pocos kilómetros que los separaban del lugar. Era una casa enorme y nada hacía presagiar lo que en su interior sucedía.
   Los recibió una mujer sensualmente vestida, haciéndolos pasar; en su interior una amplia sala que parecía una cafetería. Ella pensó: Esto es algo muy normal.....
   Bebieron algo y conversaron sobres cosas triviales sin saber un poco que hacer cuando de repende de una sala contigua comezaron a oirse gemidos de mujer y golpeteos de piel contra piel. Se acercaron al lugar y encontraron una sala oscura donde las parejas bailaban abrazadas. La música los envolvió e hicieron lo propio...(pensó en la difierencia de altura otra vez.....era inevitable). Notaron como unas manos los rozaban animándolos a desacerse el uno del otro impulsando a seguirlas, intercambiaron sus cuerpos y en una fracción de segundos los cuatro se enredaron en un maremagnun de sentidos, de piel, de excitación. No quedó un recobeco por explorar, una caricia por sentir ni una humedad sin respuesta; el tiempo pareció detenerse mientras los cuerpos alcanzaban cotas inimaginables de placer.
   Así como comenzó todo tambieén terminó, estaban satisfechos por lo vivido, por haberlo compartido y sabían que eso perduraria en su recuerdo....por siempre.